Aunque tengamos un hábito de estudio consolidado habrá momentos en los que obligatoriamente tendremos que estudiar a tiempo completo, como ocurre en los exámenes finales y en las pruebas de nivel de idiomas. Poder
organizarla en condiciones nos ayudará a mejorar la calidad de nuestro estudio, evitando correr el peligro de confundir las horas sentados en una silla sin estudiar a fondo con las reales de provecho, siendo muy perjudicial al considerar que realmente estábamos preparados luego de recibir una mala evaluación.
Elegir entre estudiar en la biblioteca o en casa dependerá del grado de distracción que tengamos en cada lugar. Puede parecer una banalidad pero no siempre las bibliotecas son el mejor lugar de estudio, especialmente en fechas de exámenes al encontrarse masificadas.
¿Qué es mejor, estudiar en casa o en una biblioteca?
El ruido que se genera, la sencilla distracción de levantar la cabeza y ver a otras personas o la alta probabilidad de encontrarnos a un conocido y usar tiempos de descanso mucho mayores para hablar con él son solo unos pocos inconvenientes de los que hay.
No debemos usar la excusa de que hemos estado todo el día en la bilioteca para pensar que realmente hemos trabajado duro, ya que es el primer paso para engañarnos a nosotros mismos y justificar unos pobres resultados.
Sobra decir que si además acabamos estudiando en el suelo de la biblioteca o apretados contra los demás por falta de espacio debemos salir rápidamente para buscar otro sitio de estudio.
Estudiar en casa tiene la desventaja de disponer de muchos distractores accesibles al alcance de la mano. Es una buena opción ya que ajustaremos mucho mejor los horarios de estudio, de comidas y de descansos. Estos factores hay que tenerlos en cuenta ya que comer mal durante estas jornadas completas hará que nuestro rendimiento caiga en picado, cansándonos antes y de una forma mucho más abrupta.
Los descansos son fundamentales, independientemente de dónde elijamos estudiar, al igual que tener los recursos necesarios en forma de material de estudio sin perder tiempo en buscar las fuentes que necesitemos en cada momento.
Por último debemos concienciarnos de que las jornadas completas son mucho más beneficiosas cuando ya hemos llevado un aprendizaje previo. Deben ser días para consolidar y ampliar la información que ya teníamos, no para aprenderlo todo de golpe.